Los estudios de traducción e interpretación son estudios universitarios novedosos, que surgen de la constatación de la existencia de una necesidad y una demanda social, lo que garantiza su interés profesional.
El título de Grado se basa en criterios internacionales para títulos de similares características académicas, en concreto, de 32 centros europeos considerados representativos. El título se basa, asimismo, en los informes nacionales para la cumbre de Berlín de 2003.
El objetivo básico del Grado es formar a traductores e intérpretes generalistas, esto es, traductores no especializados e intérpretes sociales o de enlace capaces de hallar, procesar, evaluar, transformar y transmitir la información lingüística y gráfica para resolver los problemas de comunicación originados por las lenguas en terceras partes, y de hacerlo en los modos y medios técnicos pertinentes, garantizando la máxima calidad.
La doble titulación es una oferta educativa destinada a aquellos estudiantes que deseen obtener una formación integral en las dos titulaciones de Grado que ofrece la Facultad de Traducción e Interpretación: el Grado en Traducción e Interpretación Inglés-Alemán y el Grado en Traducción e Interpretación Inglés-Francés. Este programa curricular único ofrece la posibilidad de cursar ambas titulaciones y obtener los títulos correspondientes.
El programa formativo curricular único para la titulación en Traducción e Interpretación garantiza la adquisición por parte del estudiante de las siguientes competencias específicas:
1. Dominio oral y escrito de lenguas extranjeras, confines sociales y profesionales.
2. Conocimiento de culturas y civilizaciones extranjeras.
3. Dominio oral y escrito de la lengua propia, con fines sociales y profesionales.
4. Dominio de técnicas y terminología de la traducción especializada.
5. Manejo de herramientas informáticas.
6. Dominio de las técnicas de la traducción asistida y de la traducción multimedia.
7. Destreza para la búsqueda de información y documentación.
8. Conocimiento de los aspectos económicos y profesionales.
9. Posesión de una amplia cultura.
10. Capacidad de planificar y gestionar proyectos
11. Capacidad para detectar y corregir lo que no se atenga a las normas lingüísticas en cada registro específico.
12. Manejo de los conceptos lingüísticos necesarios para el ejercicio de la traducción y la interpretación.